En Ruta México 2025, Ricardo Serrano, presidente de la AMAM, cifró en 1.142 billones de pesos la inversión necesaria a largo plazo y urgió a crear un Fondo Nacional de Movilidad y nuevos instrumentos financieros para superar las brechas estructurales del sector.
El presidente de la Asociación Mexicana de Autoridades de Movilidad (AMAM), presentó un diagnóstico ejecutivo sobre el estado del transporte colectivo en el país, calificándolo como un sistema con “enormes brechas técnicas e institucionales” que requiere un cambio de paradigma: dejar de verlo como un gasto y asumirlo como una inversión estratégica en justicia social y desarrollo económico.
Ricardo Serrano, tomó como punto de partida el anuncio del Mtro. Andrés Lajous sobre la transformación de la ARTF en la Agencia de Trenes y Transporte Público Integrado. Calificó este hecho como “la noticia del día”, pues establece un nuevo marco de coordinación federal para el transporte local.
Este anuncio sirvió como el preámbulo perfecto para que Ricardo delineara la magnitud del reto y la hoja de ruta concreta para abordar las brechas que, precisamente, esta nueva agencia ayudará a gestionar.

El Diagnóstico: Un Sistema Obsoleto y Fragmentado
El análisis de la AMAM muestra los datos: El transporte colectivo, que moviliza diariamente a 50 millones de mexicanos (entre el 40% y 50% de la población), opera sobre un modelo estructuralmente con oportunidades de innovación:
- Obsolescencia de Flotas: El rezago es alarmante. En ciudades pequeñas, el 80% de la flota tiene más de 10 años de antigüedad, con una media nacional de 18 años. Esto dispara los costos de mantenimiento y la contaminación.
- Modelo “Hombre-Camión”: La fragmentación operativa persiste. El 80% de la flota en ciudades pequeñas sigue bajo este esquema, impidiendo la profesionalización y la planeación de rutas.
- Brecha Tecnológica: La falta de datos y transparencia es un común denominador. En ciudades pequeñas, solo 1 de 35 utiliza prepago electrónico, una herramienta esencial para la gestión financiera.
Cuellos de botella: Capital Humano y Paradigma Financiero
Serrano enfatizó dos cuellos de botella principales que impiden la transformación del sector.
Primero, el capital humano. Más del 70% de los conductores opera en la informalidad, sin prestaciones, lo que genera una rotación de personal que alcanza el 100% anual en algunos sistemas. Serrano fue enfático: “Bus nuevo no significa mejor servicio si no cambias la visión del operador”. Destacó que el incentivo no es solo monetario, sino la dignificación del trabajo mediante horarios decentes, instalaciones y capacitación, subrayando el éxito de los programas de mujeres conductoras cuando existen estas condiciones.
Segundo, el financiamiento. Las autoridades locales carecen de esquemas de crédito y garantías adaptadas. La movilidad, señaló, compite injustamente por presupuesto contra seguridad y salud, cuando en realidad es un habilitador de todas ellas.


El Giro Estratégico: Inversión, Subsidio y Justicia Social
La tesis central de Serrano es que la movilidad pública es una política social y económica. “Las familias de menores ingresos destinan hasta un 20% de sus ingresos a moverse“, afirmó, un costo que impacta directamente en su capacidad de acceder a salud, empleo y educación.
Para transformar el sector, AMAM estima una inversión necesaria a largo plazo de 1.142 billones de pesos (incluyendo infraestructura ferroviaria, BRT y carriles exclusivos).
Serrano defendió la necesidad de un “equilibrio adecuado de subsidio”, argumentando que estas inversiones son “imposibles de realizar al costo de la tarifa al usuario”. El subsidio, afirmó, no es un gasto, sino el pago que hace el gobierno por los beneficios sociales (equidad, reducción de emisiones, productividad) que el mercado tarifario no puede cubrir.
La Hoja de Ruta: Un Nuevo Pacto e Instrumentos Federales
Para ejecutar esta visión, el presidente de la AMAM propuso un “nuevo pacto de corresponsabilidad” que involucre a todos los niveles de gobierno, la industria, los operadores y la academia.
Este pacto debe estar soportado por instrumentos federales concretos:
- Creación del Fondo Nacional para la Movilidad Sustentable.
- Programas de bonos de chatarrización y estímulos fiscales para acelerar la renovación de flotas.
- Líneas de crédito especializadas con condiciones preferenciales para el sector.
Finalmente, Serrano abordó la gobernanza y la continuidad. Para que los proyectos trasciendan las administraciones, deben estar “jurídicamente bien instalados”, ser transparentes y contar con legitimidad social. “Si la ciudadanía percibe la mejora”, concluyó, “esa mejora se convierte en una prerrogativa ganada de la cual no se van a echar para atrás”.


