¿A dónde va la movilidad del futuro?
Conoce los tres pilares de la movilidad eléctrica y cómo será la movilidad del futuro: Movilidad como Servicio, e-Freight e infraestructura tecnológica.
Una movilidad sustentable realizada a través de la movilidad eléctrica no solo implica reducir la huella de carbono en términos de combustibles, sino también reducirla en términos de una movilidad inteligente y planificada gracias a la innovación tecnológica en la infraestructura vial.
La movilidad del futuro tiene así tres pilares sobre los cuales la movilidad eléctrica se vuelve movilidad digital:
- La expansión de la Movilidad como un Servicio (MaaS) en el transporte de pasajeros
- El desarrollo del e-Freight en el transporte y entrega de bienes y mercancías
- La innovación de nuevas infraestructuras informáticas para crear ciudades inteligentes
Pilar Uno: Movilidad como Servicio (MaaS)
Hablando de transporte de pasajeros, la digitalización de la información hace posible observar los patrones de movilidad en las grandes ciudades para conocer fenómenos de horas picos, embotellamientos, ocurrencia de incidentes de tránsito y temporadas de alertas por mala calidad del aire. Con estos datos recolectados, es posible juntar al sector público y al sector privado para planificar mejor la movilidad urbana.
De ahí que la Movilidad como Servicio consista en lanzar aplicaciones digitales para estandarizar múltiples medios de transporte público y privado con el propósito de reducir la circulación de vehículos particulares. Los servicios de movilidad integrados en una sola app están encaminados a experiencias de viaje personalizadas “de puerta a puerta” con la ayuda de los teléfonos celulares.
Pilar Dos: el e-Freight
Muy vinculado al concepto de Big Data e Internet of Things, el e-Freight para el transporte de mercancías supone simplificar problemáticas administrativas, aduaneras y logísticas gracias a la digitalización. El e-Freight ayuda a potenciar la cadena de valor definida como “un sistema funcionalmente integrado de producción, comercio y servicios que abarcan desde la transformación de la materia prima hasta la entrega de productos terminados en sus mercados finales.”
Por ejemplo, en el contexto del tratado T-MEC entre México, Canadá y Estados Unidos, la digitalización del transporte de mercancías es al mismo tiempo simplificación de trámites y plusvalía en la cadena de valor: un automóvil cuyo 75% haya sido fabricado y ensamblado en los países de América del Norte, además de evitar aranceles, tiene acceso a un sistema de certificación digital con firmas electrónicas.
Pilar Tres: Infraestructura de movilidad inteligente
Aquí hablamos de lo relativo a las ciudades inteligentes cuyos ejemplos más vanguardistas están en Japón: Fujisawa, una ciudad/conmutador ubicada entre los dos grandes polos urbanos de Yokohama y Tokio, modificó su red eléctrica y su logística para eficientar el consumo de energía a nivel residencial y para poder responder a desastres naturales en términos de rápida evacuación.
Una ciudad pensada alrededor de la infraestructura inteligente cuenta con mobiliario urbano como semáforos inteligentes y sensores de velocidad para identificar patrones de movilidad y desarrollar un transporte público más ágil, amigable con el medio ambiente y atractivo para más usuarios.
La movilidad eléctrica y sus tres pilares: ¿a dónde va México?
Expandir los servicios de movilidad para pasajeros, generar plusvalía en el e-Freight de mercancías e innovar en la infraestructura vial son pilares que al final del día hacen avanzar la movilidad eléctrica y la movilidad digital.
Por ejemplo, un sistema eléctrico de cero emisiones en el transporte público resultado de la coordinación entre sector público y sector privado puede replicarse a nivel de transporte de mercancías. La operación del metrobús eléctrico en CDMX y la entrada en vigor del T-MEC abren oportunidades para la innovación de la movilidad en México. ¿Qué otras aplicaciones para estos tres pilares pueden darse en nuestro país?