Al hablar de autobuses eléctricos y electromovilidad estamos hablando específicamente de autobuses alimentados con baterías eléctricas y motores eléctricos de cero emisiones contaminantes: más silenciosos y más eficientes en la aceleración que los autobuses que usan diesel o gas. Un autobús eléctrico mejora la calidad de vida de los habitantes de grandes urbes.
El nuevo paradigma de autobuses eléctricos en el terreno de un transporte público sensible a la transición energética es distinto al anterior paradigma relacionado con el trolebús: mientras un sistema de trolebús requiere una infraestructura de cableado donde las rutas difícilmente pueden modificarse, un metrobús eléctrico incorpora en su chasis su propia fuente de energía de modo que es un transporte más dinámico y versátil.
Breve historia de los autobuses eléctricos
Los autobuses alimentados con baterías eléctricas fueron usados por primera vez como transporte público en Londres, Reino Unido, en 1907. En realidad estas unidades pioneras del autobús eléctrico eran vehículos muy pequeños comparados con el desarrollo tecnológico que desde 2010 ha permitido fabricar autobuses eléctricos de más de 15 metros de longitud.
Desde 2009, la ciudad china de Shenzhen decidió reemplazar su parque de autobuses con motor de combustión interna por autobuses eléctricos; y hacia 2017 logró operar al 100% con electricidad mediante casi 17 mil unidades equipadas con sus propias baterías.
Con cifras de 2019, China cuenta con 99% de todos los autobuses eléctricos operando como vehículos de transporte público con un aproximado de 500 mil unidades. En contraste, en Estados Unidos apenas hay 300 autobuses eléctricos. En toda Europa hay poco más de dos mil.
El caso del Metrobús eléctrico en México
Con el escenario de la transición energética a la vuelta de la esquina, la CDMX introdujo desde el año pasado el primer metrobús eléctrico desde la creación de este sistema de BRT (Bus Rapid Transit) en 2005: es la Línea 3 Tenayuca-Etiopía.
Este modelo de autobús eléctrico aprobó las pruebas operativas ya que su autonomía de más de 300 kilómetros por carga completa de batería le permite cumplir una jornada de trabajo y ser recargado en patio durante la noche. En promedio se recarga en tres horas y media.
El metrobús eléctrico en la Línea 3 no solo es más silencioso, sino además evita arrojar al aire las mil 300 toneladas de carbono que un autobús a diesel arrojaría al cabo de 10 años de operación.
Los autobuses eléctricos se difunden en todo el mundo
Estos vehículos cuyos mayores fabricantes se hallan en China comienzan a ser exportados masivamente a ciudades europeas como Londres y París; latinoamericanas como Bogotá, Santiago y CDMX; y estadounidenses como Los Ángeles y Nueva York.
Quizá en alguno de tus viajes o traslados tú ya te subiste a un autobús eléctrico y no te diste cuenta. En México, tú puedes identificar el metrobús eléctrico con la leyenda “Soy Eléctrico.” ¿Ya lo probaste?