La electromovilidad es una de las tendencias de transporte en el mundo más importantes y puede beneficiarnos en lo económico y en movilidad sustentable.
La electromovilidad es desarrollar sistemas de impulso o tracción que usan energía eléctrica.
En otras palabras: es una movilidad sustentable de cero emisiones, lo que significa que es amigable con e medio ambiente.
Tradicionalmente, los vehículos eléctricos más usados han sido los trolebuses y los trenes.
Sin embargo, la innovación tecnológica en cuanto a baterías de litio nos permite añadir ahora a los vehículos livianos, los autobuses de pasajeros y el transporte de carga.
Por ello la electromovilidad es una de las tendencias de transporte en el mundo cuyos beneficios se multiplican entre lo económico y lo sustentable:
- Los vehículos eléctricos mejoran la calidad del aire porque son cero emisiones.
- Contribuyen a combatir el cambio climático mediante electricidad generada con energías limpias.
- Reducen la contaminación acústica en comparación con vehículos diésel que circulan a más de 50 km/h.
- Tienen un gasto energético del 20% respecto a un vehículo de combustión interna.
- Reducen la dependencia en el petróleo y otros combustibles fósiles
- Simplifican la gestión de residuos ya que las baterías de litio y/o de estado sólido pueden usarse en aplicaciones domésticas.
Las ventajas económicas y de movilidad sustentable de la electromovilidad pueden sintetizarse en una transición energética de mediano y largo plazo por las energías renovables.
Usar electricidad en ámbitos como el transporte público alarga la vida útil de las flotas y reduce su impacto sobre el medio ambiente. El provecho de la transición energética hacia la descarbonización del transporte es rentable y sustentable.
Si algo es cierto, es que la movilidad eléctrica llegó para quedarse en nuestro día a día y mejorar la calidad de vida de la sociedad.
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