El carpool es una de las tendencias de transporte más prometedoras a nivel global por su aspecto sustentable de movilidad urbana que continúa pese a COVID.
La movilidad compartida cuya traducción al inglés es “carpool,” “car-sharing,” “ride-sharing,” y “lift-sharing” es una de las tendencias de transporte a nivel global que mejor combinan movilidad urbana con movilidad sustentable.
Se trata de lograr que tantas personas como sea posible compartan un traslado en el mismo vehículo con el propósito de reducir gastos de combustible, gastos de estacionamiento, estrés de conducir y congestiones vehiculares. Aunque la movilidad compartida es más comúnmente asociada con la movilidad sustentable porque combate la huella de carbón, también es sustentable porque libera espacio urbano que puede destinarse a establecer áreas verdes, pasos peatonales y ciclovías. Si todos compartimos vehículo, habrá más espacio para caminar o pedalear.
Desde luego el carpool también tiene un robusto aspecto económico: en el periodo 2021-2026 su valor de mercado alrededor del mundo pasará de aproximadamente cinco mil millones de dólares a más de diez mil millones según la prensa financiera. Existen cifras muy optimistas que señalan a un valor de más de 30 mil millones. Es al menos una tasa de crecimiento del 15% anual.
Entre los líderes dentro del mercado de la movilidad compartida se encuentran:
- Waze Carpool
- BlaBlaBla Car
- Uber
- Wunder Carpool
- Ola Share
- Karos
- Carma
- Meru Carpool
- DiDi Chuxing
En el caso de Waze Carpool, el proyecto Waze for Cities, cuya mecánica consiste en el intercambio de datos públicos entre esta aplicación y autoridades de movilidad y vialidad en casi dos mil ciudades alrededor del mundo, ayuda a identificar y prevenir incidentes de tráfico promoviendo la movilidad compartida. A su vez, los actores del sector gubernamental usan esta información para reaccionar con más rapidez a los desafíos de movilidad urbana.
El rol de los gobiernos es clave para promover el carpool: iniciativas que busquen eliminar las emisiones de carbono deben incluir estímulos como deducciones de impuestos o créditos fiscales para aquellos propietarios de vehículos particulares entusiasmados en compartir viaje con compañeros de trabajo o de escuela.
Por su parte, los fabricantes automotrices también han incursionado con sus propias iniciativas de movilidad compartida. BMW y Daimler, por citar un par de ejemplos, fusionaron desde 2018 sus rubros de carpool para extenderse sobre Europa y Estados Unidos. Por otra parte, desde 2020 Tesla anunció su interés en combinar electromovilidad con esquemas de viajes compartidos.
Por tanto, de aquí a 2025 esperamos observar un incremento de servicios y modelos de negocios relacionados con la movilidad compartida con base en la necesidad de mejorar la calidad del aire combatiendo el tráfico vehicular. Estamos ante un área de movilidad sustentable muy prometedora que experimenta con distintas asociaciones públicas y privadas con el propósito de compaginar economía y sustentabilidad en el transporte.